El objetivo del currículum es conseguir que mi perfil se considere interesante para la posición que ofrecen, y me citen a entrevista. Cómo planteo mi cv para conseguirlo.

En el currículum hay dos factores complementarios a tener en cuenta: la forma y el contenido.

La forma, es nuestra imagen, la carta de presentación para valorar nuestra idoneidad respecto al puesto de trabajo. Si queremos una primera impresión positiva, cuidemos los detalles:

  • La fotografía: correcta, profesional y con una actitud positiva.
  • El formato: tener en cuenta la tipografía, los colores, los cuadros o elementos que destaquen apartados. Cuanto más cerca del mundo del diseño, las ventas o el márketing más se valora mostrar una imagen diferencial.
  • Organización: formación completa, concreta y clara. El CV máximo debe tener dos páginas y sea de lectura fácil.

Una vez “el cómo” está resuelto, lo qué expresamos de nuestro perfil es clave para pasar a ser preseleccionados: El contenido.

Aspectos a valorar:

  • Hagamos un pequeño resumen de nuestro objetivo profesional, ésto nos acerca al entrevistador qué se hace una visión de qué aportamos y de nuestros intereses.
  • La formación reglada nos aporta una visión global de la persona y su educación, destacamos sobre todo los estudios complementarios con relación o impacto en la posición ofrecida.
  • Ordenamos la trayectoria profesional en función de la posición solicitada. En la primera página del CV aportamos las experiencias más cercanas al puesto de trabajo.
  • Informamos de las experiencias con fechas y orden. Definimos la empresa con dos líneas, concretamos nuestra posición y detallamos las funciones realizadas. Si podemos, aportemos algún éxito de la etapa.
  • Concretemos los niveles de idiomas y mencionemos si disponemos de títulos oficiales o vivencias al extranjero.
  • Conocimientos de informática (sistema operativo, lenguajes, programas, etc.) valorados para la posición profesional.
  • Es importante destacar las 4 competencias o puntos fuertes que nos identifican y que puedan ser valorados en el puesto de trabajo.
  • Aconsejamos hablar de prácticas, hobbies o intereses sí estos son sensibles y compartidos con la empresa, o si somos jóvenes con poca experiencia o profesionales que hemos pasado un tiempo fuera del mercado laboral (podríamos comentar un voluntariado, una colaboración, unas prácticas, etc.).
  • Aspectos prácticos y concretos que pueden ser relevantes (disponibilidad para viajar, para residir al extranjero, etc.).