Los nervios en los exámenes son normales. Un examen es una situación de evaluación y en muchos casos nos los hemos estado preparando durante mucho tiempo. Cuando más nos jugamos con la nota del examen, más es el estrés y la tensión, convirtiéndose en ansiedad.

El estrés es la energía que nos pone en marcha y que en buena medida es sana y nos activa. La ansiedad por definición es necesaria en nuestra vida. Nos mantiene en alerta, es eficaz y va asociada al miedo por un peligro real. Nos hace reaccionar para preservar la vida.

Hay otra ansiedad que no es sana. Va atada a un miedo, a una amenaza no real. Es una interpretación personal de la situación y de las consecuencias negativas que podrían ocurrir: amplificando el estrés y afectando nuestra conducta.

Si en un examen estamos demasiado alterados y no aprendemos a gestionar la situación puede ser contraproducente y afectarnos con confusiones, lapsus, no leer atentament las preguntas, quedarnos en blanco, etc.

¿Qué podemos hacer para evitar estas situaciones?

  1. Preparar y planificar bien los exámenes: nos evita el miedo al fracaso, gestionando un buen calendario y unos horarios realistas nos da confianza y seguridad en nuestra labor.
  2. El dia antes del examen: no hacer sobresfuerzos estudiando ni dormir menos de 8 horas, realizar alguna actividad social o ejercicio físico moderado nos ayuda a relajarnos.
  3. El dia del examen: Llegar con tiempo suficiente para ir tranquilos. Evitar hablar con otros de preguntas justo antes de entrar al examen que puedan hacernos dudar. Pensar en positivo y verlo como els resultado de un esfuerzo y una liberación al  hacerlo.
  4. Durante el examen: Leer con calma las preguntas. Tomarse el tiempo para estructurar la respuesta (realizar un esquema, un borrador, etc.). Si nos quedamos en blanco en una pregunta no pararnos, y si nos queda tiempo la retomaremos. Usar técnicas de relajación y de respiración para distanciarnos de los pensamientos negativos. Estar atento al “diálogo interno· y fijarnos en que me digo en estos momentos.

Sabemos que, cuantas más herramientas y elementos dispongamos para aplicar, más opciones tendremos para gestionar mejor la situación. Escoge las opciones que más interesantes te parezcan y observa los resultados.