La diferencia entre tu mascota y tú, es muy clara. El ser consciente de nosotros mismos es algo que tan solo tenemos los humanos.

Las emociones son aquellas reacciones de lo que nos pasa y que no podemos controlar. Lo compartimos todos los seres vivos: surgen, las vivimos y no las podemos controlar. Pero nosotros, tenemos la oportunidad de analizar la situación de manera consciente. Dedicar tiempo y espacio a reflexionar sobre qué ha pasado. Cuando intervienen nuestros pensamientos es cuando aparecer los sentimientos, y a largo plazo los sentimientos se convierten en estados de ánimo y actitudes.

Los humanos, que no los animales, podemos reflexionar sobre nosotros mismos. Modificar mediante el pensamiento nuestras acciones a medio y largo plazo. Por este motivo, nosotros tenemos la capacidad de pensar más allá de nuestro aquí y ahora, de construir nuestro futuro.

La autoconsciencia nos permite diferenciar de nuestra mascota y …

  • Pasar de reaccionar a actuar: de ser reactivo a proactivo
  • Mostrar capacidad de aprendizaje y coger distancia: para adaptarnos a las situaciones que nos encontramos y tener cierto control.
  • Diferenciar quién soy de lo qué hago.
  • Planificar y establecer objetivos que nos empoderen en el logro de resultados.
  • Decidir en qué quiero invertir mi tiempo (estudios, proyectos, tareas, empresas, etc.)
  • Imaginar el futuro, soñar y concretarlo con acciones.

Es claro que no podemos vivir en la reflexión de lo que ya ha pasado o en aquello que vendrá. Tan sólo podemos actuar en el presente. Vivir el momento actual es clave para fluir y disfrutar del día a día. Sentir satisfacción y realización en aquello que hacemos.

No es menos verdad que ser consciente de nosotros mismos y de lo que queremos hacer en un futuro es una conducta humana que nos permite hacer uso a favor nuestro.

Ante las dificultades y las emociones de: miedo, angustia, tristeza, pueden dejarnos dominar por ellas o aceptar y valorar qué opciones tengo para modificar mi situación. En momentos difíciles necesitaremos tiempo de aceptación para digerir las situaciones. Una vez pasado e integrado lo vivido, es nuestra consciencia y voluntad que nos permite seguir adelante. Definiéndonos en qué persona nos queremos convertir.