Las competencias para afrontar el futuro son  diversas, y queremos destacaros por su impacto en nuestra adaptación al mercado laboral de futuro, las siguientes:

Capacidad de aprendizaje. El mundo cambia muy rápidamente, profesiones que son relevantes hoy en día no lo serán en un futuro. Hay profesiones que hace 15 años no existían y que hoy son de las más solicitadas en el mercado laboral. Como por ejemplo el mundo de las redes sociales. La capacidad para aprender y la flexibilidad para dejar de lado aquello que ha funcionado, pero que no lo hará en un futuro. Ser capaz de desaprender aquello que sabemos en un tema y tener una mirada abierta cómo si fuera la primera vez.

Espíritu Crítico. Educar a los jóvenes para hacerse preguntas y cuestionarse aquello que viene dado. Mirar adelante nuevas posibilidades. Valorar una mirada constructiva y positiva. Donde el razonamiento y entender el que pasa es clave para mostrar una mirada proactiva. Cuando somos pequeños no paramos de preguntar por una curiosidad innata por el entorno. Vamos creciendo y contrastamos que hacer preguntas no es tan valorado. Entonces dejamos de cuestionar y nos autolimitamos. Aceptamos y acatamos lo considerado adecuado y correcto.

Creatividad. Enfocarse a las nuevas ideas. Aportar nuevas maneras de hacer las cosas. Mostrar receptividad y apertura a nuevos entornos, herramientas y labores. Ofrecer una mirada poco convencional y alternativa, con un enfoque hacia la innovación. Aceptar que para ser creativo se tiene que probar y equivocarnos. Una sociedad que penaliza el error castiga la creatividad y a probar nuevos planteamientos.

Trabajo en equipo. Saber trabajar con personas de diferentes disciplinas y culturas. Permite enriquecernos al ver otras maneras de enfocar las situaciones y los problemas. Nuevos valores. Disponer de una visión integral y poliédrica de un proyecto, de una situación, etc. Favorece comunicarnos entendiendo otras formas de hacer y pensar. Ser flexibles a necesidades diversas.

Capacidad de esfuerzo. Mostrar compromiso, implicación, y voluntad para afrontar las dificultades que nos encontramos a lo largo del camino. Nadie nos ha dicho que sea fácil, pero  el talento sin el esfuerzo no asegura una buena tarea. Son elementos necesarios que nos ayudarán a lograr lo que nos proponemos.